Intensa labor de bomberos en el incendio forestal del Ñuble
EMERGENCIA. Voluntarios de Valparaíso y Viña del Mar se encuentran en Quillón con 48 hombres, un camión aljibe y cuatro carros forestales.
La madrugada del viernes un grupo de 48 hombres especializados en combate de incendios forestales de los Cuerpos de Bomberos de Valparaíso y Viña del Mar, arribaron al sur del país para apoyar en las funciones de la contención del fuego declarado en la Región del Ñuble, territorio que se encuentra bajo estado de catástrofe al igual que las regiones de Biobío y La Araucanía. Siniestros por los cuales ya se lamentan 22 fallecidos (ver página 12).
El escenario a llegar a Quillón ha sido devastador: un centenar de viviendas aproximadamente han sido siniestradas y eran múltiples los focos de incendio que había en el lugar, por lo que las coordinaciones fueron rápidas y se articuló el trabajo a primera hora. Así lo manifestó el tercer comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, Francisco Arévalo, quien está a cargo de las brigadas locales en la zona, quien aseveró que "nos pusimos a disposición para poder apoyar a la comandancia de esta ciudad y poder brindar el apoyo respecto a los diferentes focos que tenían, que estaban muy cerca de la interfase de viviendas".
Tras salir desde la plaza Sotomayor de Valparaíso, Arévalo contó que "llegamos a un polideportivo, donde nos instalamos, y en base a ello trabajamos en la planificación para poder realizar las labores que realizamos donde había amenaza de viviendas, en lo cual se logró operar con éxito, en períodos de trabajo de seis horas aproximadamente. Había muchos focos activos".
El trabajo el primer día terminó a medianoche y tras un descanso se retomó a primera hora de la mañana de ayer, donde la jornada fue intensa y llenas de reuniones. "Estamos organizando mejor el tema, porque llegaron recursos de la Región Metropolitana, por lo que con los comandantes nos estamos organizando para tener un punto de comando unificado", dijo Arévalo.
La situación en el lugar del siniestro no ha sido fácil. El viernes "había cuatro focos bien complicados, algunos de ellos al interior de los bosques; con el correr de las horas, aumentaron el viento y las temperaturas - había 36 a 40 grados- y eso implicaba que los tiempos de operación son menores, porque la gente se cansa más". Esto porque "estamos acostumbrados a trabajar a orilla de costa con las temperaturas que hay en nuestra región", manifestó el oficial bomberil.
Estado de alerta
Si bien las temperaturas ayer bajaron, el trabajo fue constante y en alerta por el viento, situación que requiere una vigilancia permanente para estar atentos a cualquier reactivación que se pudiese suscitar en el lugar. "Estamos en una situación de alerta constante, considerando que hay bastantes punto de foco que están, entre comillas, inactivos, pero que se pueden volver a activar, y que pueden poner en riesgo a las viviendas en los cuatro sectores puntuales donde estamos trabajando que han sido bien conflictivos", explicó Arévalo.
Las labores han sido en conjunto con todo el personal de emergencia que se encuentra en la zona de Quillón y las coordinaciones para atender la emergencia han sido constantes, existiendo una movilidad por todo el territorio para resguardar la vida de las personas y las viviendas que se encuentran en ese lugar.
El comandante Francisco Arévalo reconoció que "hemos visualizado bastantes lugares que han ido evacuando de manera urgente; la prioridad son las personas y las viviendas, que nos mantiene hoy en día enfocados en esa labor".
Respecto a la afectación que han podido ver en lugar, dijo que "he contabilizado casi un centenar de casas en todos los sectores de acá. Cuando llegamos ya había afectación de viviendas, se habían quemado de 50 a 60 , y la noche del viernes también se complicó, se quemaron casas y hubo trabajo conjunto con todos los bomberos de la zona. Un catastro oficial no lo tenemos".
El tercer comandante del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso explicó que "el material de combustible que hay en la zona es distinto al que tenemos en la Región de Valparaíso, donde predomina el pino y el eucalipto; acá hay otro tipo de combustible que es más rápido. Además, como uno no conoce la topografía, debe tener los resguardos previos antes de salir a terreno. Debemos tener cuidado con los cambios de viento y tener visualizadas, por ejemplo, las vías de escape y muchas cosas más que nos permitan resguardarnos, para llegar a la Región de Valparaíso todos los que partimos".
Magnitud de catástrofe
Como unidad especializada, Francisco Arévalo reconoció que lo que se está viviendo es la catástrofe más compleja que les ha tocado hasta ahora. "Cuando vinimos a San Javier hace años atrás también la situación era compleja. San Javier era dos horas menos de viaje y para llegar a Quillón nos demoramos como 10 horas en llegar a la zona. Salimos a las 01.00 horas del viernes y llegamos a las 10.00 horas del sábado al lugar, y tuvimos que hacer algunos altos por el combustible y descanso", recordó.
La experiencia de San Javier fue un trabajo intenso, pero "con esta magnitud de multiplicidad de focos en las regiones del Ñuble y del Biobío, creo que igual es bastante complicado. Pero nos permite ir mejorando, ir enseñando a las comunidades que a lo mejor no tienen la experiencia de estos fenómenos, estos incendios, cómo se pueden ayudar y organizar".
"Nosotros nos ponemos a disposición del mando que hay acá y ahí nos permite organizar, estamos tratando de incluir a todo el personal de emergencia que hay acá. Organizarnos bien para combatir estos incendios que son bastante violentos a ratos", acotó.
Voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Villa Alemana también viajaron a colaborar en el combate de los gigantescos incendios. La delegación se encuentra cumpliendo labores en Yumbel, en el sector de Río Claro, Región del Biobío.
"Hemos visualizado bastantes lugares que han ido evacuando de manera urgente y la prioridad son las personas, las viviendas".
Francisco Arévalo, Tercer Comandante Cuerpo de Bomberos de Valparaíso