La noche del 3 de junio de 2008, pocos apostaban porque Everton pudiera alzarse con el Campeonato Nacional, después de 32 años de sequía. Al frente tenían nada menos que a Colo Colo, por entonces el vigente tetracampeón del fútbol chileno, que aún contaba en sus filas con jugadores de la talla de Lucas Barrios.

Pese a aquello, los auriazules, comandados por Nelson Acosta, gozaban de un plantel de ensueño: Jaime Riveros, Cristián Canío, Johnny Herrera, Juan Luis González -el capitán- y un emergente Ezequiel Miralles como punta de lanza, eran las figuras de aquel equipo evertoniano que tenía sed de gloria.

"Riveros jugó en un nivel superlativo, era un 10 con gol. No hay de ese tipo de jugadores ahora", comenta Danilo Díaz, Premio Nacional de Periodismo Deportivo, quien destaca también al goleador argentino. "Encontró su lugar en el mundo como contragolpeador", afirma el periodista.

El camino a la soñada final del Torneo de Apertura 2008 no fue sencillo. En cuartos de final de los playoffs, Audax Italiano pasó factura en Sausalito con un 0-3 inapelable. No obstante, en la vuelta los viñamarinos gestaron la primera de sus hazañas de aquel torneo, ya que con un golazo agónico de Cristián Oviedo -el cuarto de esa noche- abrocharon el pase a las semifinales.

En la fase de los cuatro mejores, Everton derrotó a la Universidad de Chile por un marcador global de 4-2, que incluyó un recordado hat-trick de Miralles en el estadio Nacional.

Una final memorable

La victoria de Colo Colo por 2 a 0 en el Monumental, con golazos de Lucas Barrios y Gonzalo Fierro, dejaba a los dirigidos por Fernando Astengo con pie y medio en la consecución del pentacampeonato. Incluso, en las horas previas a la final en Sausalito, el plantel albo discutía acaloradamente la repartición de sus premios. Pero ese día Everton quiso desafiar a la lógica.

Con un marco de 20 mil hinchas en el coliseo viñamarino, Everton fue a buscar la hazaña desde el primer minuto, dominando las acciones ante un Colo Colo pragmático.

Una volea de Jaime Riveros y, más tarde, un furioso remate de Leandro Delgado, hicieron estremecer los palos del pórtico albo, pero el balón se negaba a entrar.

"En el entretiempo el profe (Acosta) nos dijo que siguiéramos insistiendo, que diéramos el 100%, pero que si no nos alcanzaba que nos quedáramos tranquilos, porque lo estábamos dejando todo", cuenta el referente Fernando Saavedra, titular en ambas finales para los oro y cielo.

La frustración por el buen primer tiempo de los locales, que no se había logrado reflejar en el marcador, rápidamente se disipó en el complemento, cuando a los 47' Miralles convirtió en gol un mordido derechazo de Darío Gigena, comenzando a cimentar la ilusión local.

A los 72', la "Liebre" Riveros, mediante balón parado y con complicidad del arquero Cristián Muñoz, hizo bailar las redes por segunda vez, emparejando las acciones en el marcador global, lo que obligaba a llevar la brega hasta los penales. Pero Everton quería hacer historia.

A 14' del final, nuevamente Riveros haría gala de su privilegiada zurda centrándole el balón a Miralles, quien se alzó por los aires y, con una contorsión formidable, elevó el balón por sobre el guardameta albo. Fue el tercero y el definitivo de la noche, que desató la algarabía en Viña del Mar.

"Fue una alegría inmensa para toda la gente de Viña. Como evertoniano estaba feliz, porque veía al equipo de mis amores siendo campeón después de 32 años", dice el pullalino Fernando Saavedra.

El capitán de aquel histórico plantel, Juan Luis González, tampoco oculta su emoción: "Veo videos de los partidos que jugamos y la verdad es que me emociona. Se me paran los pelos, porque fue una sensación tan bonita la que nos dio el fútbol y la alegría de toda esta gente que estuvo esa noche en el Sausalito, apoyándonos en las buenas y en las malas".

"Hoy, con el correr de los años, te das cuenta del valor de aquel título", reflexiona Ezequiel Miralles, el goleador de aquella dorada noche, en un video conmemorativo de Everton.

"Veo videos de los partidos que jugamos y la verdad es que me emociona. Se me paran los pelos".

Juan Luis González, Excapitán de Everton

"Hoy, con el correr de los años, te das cuenta del valor que tuvo aquel título".

Ezequiel Miralles, Exgoleador de Everton

"Como evertoniano estaba feliz, porque veía al equipo de mis amores siendo campeón después de 32 años".

Fernando Saavedra, Exmediocampista de Everton

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