En un llamativo ejercicio pedagógico para dar a conocer a la ciudadanía el inestimable trabajo y las funciones de los tribunales, la Corte de Apelaciones de Valparaíso organizó a fines de mayo, en el marco del Día de los Patrimonios, un "juicio" simulado contra el villano intergaláctico de la saga de La Guerra de las Galaxias, Darth Vader, por el abonimable delito de haber cercenado la mano de su hijo Luke Skywalker con una espada láser en El Imperio Contraataca.

Vader, "defendido" por el famoso abogado Juan Carlos Manríquez, consiguió rebajar su condena de congelamiento perpetuo en carbonita a 30 años, con las penas accesorias de no acercarse a menos de tres planetas de distancia a su hijo y con prohibición de volver a utilizar su sable láser o mantener contacto con "el Lado Oscuro de la Fuerza".

El juicio también contó con la declaración de testigos, entre ellos, Obi Wan Kenobi, Han Solo, el wookie Chewbacca y el siempre confiable maestro Yoda.

Hasta ahí, todo marchaba bien. Pero lo que la Corte de Apelaciones no previó fue la dispar cobertura periodística que tendría el evento: "Corte de Valparaíso revoca condena contra Darth Vader, pero no podrá acercarse a Luke Skywalker", Canal 13; "Un giro inesperado: Corte de Apelaciones de Valparaíso revocó condena de Darth Vader en juicio por el Día de los Patrimonios, Publimetro; Darth Vader gana "juicio" en Día de los Patrimonios, Mega; Darth Vader fue "procesado" por la justicia chilena: quedó en libertad, Bío Bío), lo que llevó al desesperado equipo de comunicaciones del tribunal de alzada a intentar "aclarar" la polémica información ese mismo fin de semana.

La molestia alcanzó también a los propios ministros de la Corte, quienes en privado criticaron la falta de comprensión de la prensa local, a diferencia de la cobertura internacional, la cual en rigor también dio cuenta de la reducción de pena, pero quizás no fue tan irónica con el fallo.

El problema hoy, cómo no, son las redes sociales, donde campean comentarios referentes a que los jueces chilenos liberaron a un villano, que "los poderosos de siempre" nunca pagan por sus fechorías o que la Corte de Apelaciones porteña tiene los "papeles rayados" en cuanto a libertades condicionales se refiere.

Con todo, aseguran con sorna algunos abogados, habrá que ver qué dice el informe de Gendarmería sobre Darth Vader, por cuanto su congelamiento en carbonita debiera al menos asegurarle buena conducta para postular a una rebaja de condena una vez cumplida la mitad de la pena...

Luego de 85 días de trabajo, la Comisión Experta finalizó la elaboración del anteproyecto de nueva Constitución que será la base para la labor del Consejo Constitucional. Los 24 comisionados designados por el Congreso Nacional en enero de este año tenían que cambiar rápidamente la forma de trabajo de la Convención Constitucional para poder comenzar a terminar la incertidumbre constitucional y política que siguió luego de la contundente victoria del rechazo el 4 de septiembre del año pasado.

Es importante resaltar los acontecimientos políticos que sucedieron tras el rechazo de la propuesta de la Convención Constitucional y que ayudaron a concluir esta semana un texto de consenso. Tanto en Chile como en el resto del mundo, las democracias liberales y el Estado de derecho están perdiendo popularidad y apoyo ciudadano. Un sistema que no logra llevar a cabo reformas de pensiones, acuerdos migratorios o modernización del Estado, indudablemente verá disminuida su popularidad. En este contexto, la posibilidad de alcanzar acuerdos mostrada en este segundo proceso ayuda a restaurar la confianza en nuestro sistema político.

Es necesario resaltar que los expertos cumplieron (y superaron) las expectativas no sólo en cuanto a las formas, que en esta ocasión fueron más sobrias, sino también en el trabajo mismo, reflejado en el articulado. Por ejemplo, el artículo primero ahora establece: "La dignidad humana es inviolable y constituye la base del derecho y la justicia", centrándose en la persona. Esto difiere significativamente de la propuesta del año pasado, que comenzaba rezando: "Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural, regional y ecológico", enfatizando al Estado en el centro del ordenamiento.

Desde hace mucho tiempo no se veía en nuestro país la posibilidad de que personas con opiniones diferentes pudieran construir algo en común, llegando a acuerdos. En buen chileno, "hicieron la pega", lo cual no es menor, considerando lo difícil que resulta encontrar personas en la política chilena que la hagan.

Uno de los mayores logros de la Comisión Experta fue el ambiente que se generó, caracterizado por la disposición a crear un proyecto conjunto; sin sacralizar, este clima generará un nuevo ánimo para el inicio de la siguiente etapa, uno que difiere mucho de lo que fue la Convención Constitucional. Este mérito es significativo y merece ser resaltado.

Mañana comenzará la etapa final, en la cual el Consejo Constitucional asumirá la responsabilidad de presentar un proyecto de nueva Constitución en un plazo de cinco meses, con el objetivo de producir un texto que le haga sentido a la mayoría de la ciudadanía y así solucionar el problema constitucional que tantas expectativas ha generado desde el año 2020. Sin duda, la mayor responsabilidad recae en los claros vencedores de las elecciones pasadas. Veremos si son capaces de encaminar este proceso o serán superados por las circunstancias, lo que podría derivar en un nuevo fracaso electoral que generaría un clima de incertidumbre aún más complejo que el surgido tras el 4 de septiembre de 2022.