Indecisos: los nuevos votantes obligados que postergan su decisión plebiscitaria
Desconfianza de la política y distanciamiento de sus instituciones, dificultad para entender la variedad de temas de la propuesta así como fatiga constitucional pueden incidir en ello.
En el sondeo Panel Ciudadano UDD que fue publicado 15 días antes del plebiscito del 4 de septiembre de 2022, el 49% de los encuestados señaló que votaría por el Rechazo, el 39% por el Apruebo, y el 12% declaraba a esas alturas que "no sabe/no votará". En Cadem, en tanto, las primeras dos opciones alcanzaban 46% y 37%. ¿El sufragio de los que no sabían o no votarían fue a dar mayoritariamente a la fórmula que resultó vencedora? Es probable, pero no seguro.
Porque de la conducta de los indecisos en plebiscito con voto obligatorio no es mucho lo que se sabe. Por ejemplo, aunque teóricamente ese grupo empieza a disminuir a medida que se aproximan los comicios, el año pasado, un mes antes de la elección, aumentó tres puntos.
Esa vez, el analista político y experto electoral de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, admitió que se trataba "de un evento un tanto anómalo", y expuso una hipótesis: "A diferencia de los candidatos presidenciales, el texto constitucional ofrece múltiples razones tanto para ser aprobado como para ser rechazado (…). Entonces, basta con que algún mensaje les cobre sentido para que (los electores) comiencen a dudar de su preferencia original".
Quiénes son y qué define a los indecisos en esta oportunidad, cuando los últimos estudios de opinión previos a la veda de las encuestas entregan cifras disímiles acerca del porcentaje que alcanzarían, es una de las interrogantes que aquí se intenta develar.
"todo es muy líquido"
"Los últimos estudios de opinión concuerdan en que en general los indecisos son mujeres -excluyendo la tercera edad que tiende a tener su voto claro- y jóvenes de los sectores socioeconómicos más bajos del país, pero lo cierto es que es muy difícil poder definirlos, ya que hay varias variables entre éstos", expone Daniela Campos Letelier, académica UNAB, miembro de la Red de Politólogas, periodista y magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile.
"Como desde el año 2022 la inscripción es automática y el voto obligatorio, hay más de tres millones de electores nuevos que no tienen una posición política clara ni definida y que no valoran tanto el sistema político democrático, como hemos podido ver", agrega.
Además, la politóloga plantea que en la última elección hubo unos 2.6 millones de votos nulos, "lo que significa que en esta elección puede pasar lo mismo, ya que estamos en un escenario parecido, incluso, diría yo, donde la ciudadanía está más desinteresada en el proceso constitucional y donde todavía hay confusión si se vota a favor o en contra del Gobierno, cuando no tiene nada que ver con eso. Es decir, hay mucha desinformación también".
Campos Letelier opina que es muy difícil definirlos y saber en qué momento toman la decisión de su votación, "aunque se sabe que en general les importarían más los temas de actualidad y contingencia nacional, como delincuencia y desempleo. Lo mismo pasa con su capacidad para dar vuelta la elección y el poder que tienen sobre ésta, ya que hay un punto ahí, pero no me atrevería a decir cuánto. Todo es muy líquido con estos electores indecisos".
Incierto e impredecible
El director ejecutivo del Observatorio de Historia y Política (OHP) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Raúl Burgos, menciona algunos rasgos que caracterizan a los indecisos: personas con bajo nivel de identificación política, sin adhesión a un grupo o una posición definida de antemano -por lo que no se comportan de igual forma en cada elección-, y que bajo voto voluntario no participaban. Ello supone "que no están interesadas en la política o no consideran relevante su participación en los procesos políticos", y por eso toman su opción en los días previos a la elección.
"Los datos muestran que este grupo varía en cuanto a cantidad y composición sociodemográfica en distintas elecciones", agrega el académico del Instituto de Historia de la PUCV, quien indica varios factores que pueden incidir en él, desde la comunicación de información relevante del evento electoral hasta el atractivo de las candidaturas y sus proyectos, y la efectividad de las campañas. "Por lo mismo, si el número de indecisos es alto y hay voto obligatorio, su participación puede cambiar el curso de la elección", sostiene.
El director ejecutivo del Instituto de Estudios Sociales (IES) y académico de la Pontificia Universidad Católica, Claudio Alvarado, dice que en este escenario "lo más honesto es reconocer que nadie tiene certeza sobre quiénes son exactamente, ni cuándo decidirán su voto". Piensa que por las características de la elección, es probable que muchos decidan muy cerca de los comicios, "pero, tal como han sugerido diversos analistas, se trata de una elección de resultado incierto e impredecible, cuyo contexto se parece más al 7 de mayo y no tanto al plebiscito del 4 de septiembre, donde se impuso el Rechazo".
El abogado y magíster en Derecho y Estudios Políticos observa que Panel Ciudadano UDD sigue mostrando arriba a la opción En Contra, "pero con márgenes más estrechos y, lo más interesante, con un crecimiento de la opción A favor dentro de los nuevos votantes obligados".
Motivación y vínculo Por su parte, el sociólogo, profesor de la Universidad Central y director de Tuinfluyes.com, Axel Callís, no cree que aquí haya indecisos, categoría "que opera mucho, la mayoría de las veces, para las elecciones comunes, pero para los plebiscitos en general lo que hay son personas que están desvinculadas de los procesos, desinformadas o alejadas y que han postergado la decisión".
No son muchos los electores con cabal conocimiento de las alternativas que no saben qué votar, expone. "Yo diría que lo que tenemos en este proceso es un gran número de personas que no se sienten atraídas, vinculadas ni motivadas para ir a votar", y son obligadas a hacerlo; "están desencantadas del sistema político y no le ven ningún valor al voto", plantea.
Callís dice que si fuera un plebiscito con voto voluntario sería probablemente más sencillo dimensionarlas. "El problema es que hay más de tres millones de personas que no son votantes habituales y que aún
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl