El O'Higgins ante la incertidumbre
Cierre y despidos marcan la situación del tradicional hotel viñamarino, que se encuentra a la espera de condiciones de normalidad. Justificando las desvinculaciones, el gerente general del hotel, José Antonio Dávalos, afirmó que "estamos tratando de quedarnos con la mayor cantidad de personas, porque algunos llevan mucho tiempo con nosotros".
Algunos, alegremente, comentan que pese a todo se pudo sacar adelante el Festival de la Canción. Así es, pero a un alto precio para Viña del Mar, para la ciudad misma, para su comercio y para sus trabajadores.
Caso concreto son los 40 o más empleados del Hotel O'Higgins que han perdido su trabajo debido al cierre del tradicional establecimiento, tras los ataques de grupo violentistas que buscaban, de cualquier modo, impedir la realización del certamen.
Justificando la dura medida, el gerente general del hotel, José Antonio Dávalos, afirmó que "estamos tratando de quedarnos con la mayor cantidad de personas, porque algunos llevan mucho tiempo con nosotros". Agregó que "un personal hotelero no es para perderlo ni cortarlo de un día para otro". Y eso es cierto, pues tras cada trabajador hay experiencia y capacitación.
El ejecutivo precisó que "vamos a estar estudiando cuando tengamos la tranquilidad y las condiciones para abrir nuevamente, porque hoy no están dadas para el personal y nuestros huéspedes".
El tema del tradicional hotel viñamarino tiene varios ángulos que se deben considerar junto a los despidos y la recuperación del recinto. El principal de ellos es que se trata de una propiedad municipal entregada en concesión a una empresa privada. Así, también la municipalidad debe tener una voz en la actual situación, buscando soluciones tanto para financiar la recuperación como para abordar el problema del personal. Es posible que existan seguros que cubran al menos en parte el daño, pero los seguros no alcanzan a la situación de quienes, víctimas directas de la violencia, han perdido sus empleos.
Y en lo general, la brutalidad de los daños, junto con afectar actividades y valores culturales, ha dañado severamente la imagen misma de Viña del Mar, capital inmaterial de difícil recuperación.
Lo anterior supone también una baja en la cantidad de visitantes y pérdida de reuniones y congresos que tradicionalmente se realizan en la ciudad y que son factor importante del turismo.
Con una apreciación más amplia de la situación, el presidente de la Cámara Regional del Comercio y la Producción, Pier-Paolo Zaccarelli, sostiene que "las perspectivas sobre el futuro de la economía regional están marcados por un alto nivel de incertidumbre".
Y esa es la situación precisa del Hotel O'Higgins, operado por Panamaricana Hoteles, empresa nacional ligada a la ciudad que desde hace 55 años administra el establecimiento: incertidumbre. Así, la tarea no es sólo recuperar el valioso edificio, sino que generar, más allá de sus puertas, en la ciudad y la región, condiciones para atraer visitantes. Materia compleja de orden público y también responsabilidad de aquellos que, de un modo o de otro, tienen algún grado de liderazgo social.