F. Arbulú / Agencias
El historietista argentino Juan Giménez se destacó en su carrera por crear en sus obras futuros apocalípticos. Pero ni al mejor de los guionistas se le habría ocurrido que el dibujante falleciera en el contexto de una pandemia y producto del virus que mantiene al mundo en alerta.
El autor de "Cuestión de tiempo", de 76 años, se encontraba hospitalizado desde el 22 de marzo en el hospital Central de Mendoza, su ciudad natal, por síntomas producidos por el covid-19. A Argentina llegó una semana antes proveniente de España, donde estaba radicado hace cuatro décadas, según informaron medios trasandinos.
Una gran carrera
Dejando a un lado a Quino, Juan Giménez es el dibujante más connotado que ha dado Mendoza. Nacido en noviembre de 1943, aseguraba que desde niño gustó del dibujo, comenzando a copiar los cómics que lo cautivaban.
Según su página web, su primer trabajo profesional como historietista lo hizo a los 16 años en revistas de aventuras de su país como "Frontera", "Misterix" y "Hora Cero". Por aquellos días acostumbraba a ir al cine para luego dibujar las secuencias más impactantes de la película y recreaba microespacios con los personajes y monstruos en plastilina.
Posteriormente trabaja para Agencias de Publicidad, realizando storyboards para spots publicitarios. Esto lo enriquecería en el sentido de aprender a contar una historia en poco tiempo y calcular al milímetro el montaje y la planificación de cada escena. Sin embargo, no tardó en regresar a su gran pasión, y ya en la década siguiente publicaba historias cortas en la revista "Skorpio".
A fines de los 70 deja Argentina y recala en Europa, donde comienza a trabajar para editoriales italianas, españolas y francesas. En 1979 publica "Estrella Negra", su primer trabajo a color. Luego aparecerían "Basura", "Cuestión de Tiempo", "El Cuarto Poder", "Leo Roa" y "Juego Eterno", trabajos que denotarían su inclinación por lo fantástico y la ciencia ficción.
La aceptación por parte del público y la crítica lo hicieron merecedor de varios galardones, entre ellos el de mejor dibujante elegido por los lectores de las revistas 1984 y Comix Internacional en los años 1983, 84, 85 y 90; Premio al Mejor Dibujante en el Salón del Cómic y la Ilustración de Barcelona en 1984; Yellow Kid otorgado por el Salón Internacional del Cómic de Lucca en 1990; y Bulle D'Or en Francia en 1994.
Sus trabajos, además, fueron expuestos en distintas ciudades del mundo, sobresaliendo la realizada en el Centro Georges Pomidou de París, en 1997.
Pero lo que convirtió a Giménez -un fanático de las motos y el aeromodelismo- en un artista de culto fue su trabajo para la película animada "Heavy Metal", cinta estrenada en 1981 y cuya combinación de cómic y música rock, gracias a su banda sonora compuesta por temas de Black Sabbath Journey y Devo, entre otros, la convirtió en una obra maestra. Para esa cinta, Giménez aportó su arte en el segmento "Harry Canyon".
Por otra parte, Juan Giménez también tuvo relación con nuestro país, aunque tangencialmente. Ello, porque trabajó con el artista y psicomago chileno Alejandro Jodorowsky para "La casta de los Metabarones" (1992), un clásico entre los clásicos de lo bizarro fantástico. La serie fue publicada originalmente por Humanoïdes Associés y tuvo un éxito enorme en Estados Unidos. Su último tomo conjunto fue publicado en 2003.
Reacciones de pesar
La muerte de Giménez fue recibida con pesar por sus seguidores. El autor chileno Francisco Ortega ("Logia") escribió en su cuenta de Twitter "qué heavy ver morir a tus héroes. Hoy se fue otro de mi lista, Juan Giménez. En fin".
Félix Vega, autor de "Juan Buscamares", dijo en la misma red social: "Ha muerto el Metabarón. El maestro y guerrero de la Historieta que nos abrió puertas a nuevos universos y nos inspiró para imitarlo contando historias dibujadas".
El dibujante argentino Ricardo Siri, más conocido como Liniers, también se lamentó en Twitter al escribir "esta enfermedad de mierda se llevó al maestro Juan Giménez. Mal día para el cómic".