(viene de la página anterior)
- ¿Se siente más cercano al Apruebo Dignidad o a los independientes críticos del sistema como la Lista del Pueblo, que a la lista que integró para los comicios?
- Esa fue una apuesta que hice al inicio del proceso y había dos posiciones detrás. Las listas independientes tenían una base social territorial, es decir eran personas que tenían presencia en los territorios, eran dirigentes vecinales, sindicales, habían tenido una base territorial que los respaldaba. En mi caso, mi base social está repartida por todo el país, yo viajo y recorro juntas de vecinos, liceos, escuelas a lo largo de todo Chile, yo no he tenido un arraigo territorial específico. Entonces necesitaba de alguna manera un apoyo diferente, y cuando yo elegí al PS, lo hice por concordancias históricas, yo soy allendista, lo elegí para resolver esa cuestión. Además, tengo este vínculo afectivo e histórico con el partido. Por supuesto que hubo voto de castigo hacia mí por haber ido en un cupo con un partido de la antigua Concertación, pero era parte de las cosas que yo iba a tener que asumir.
"en chile es gratis equivocarse"
- "La ciudadanía nos ha dado un claro y fuerte mensaje al Gobierno y a todas las fuerzas políticas tradicionales. No estamos sintonizando con las demandas y con los anhelos de la ciudadanía", dijo el Presidente Sebastián Piñera tras el magro resultado del oficialismo en las elecciones. ¿Comparte este diagnóstico?
- Hay dos análisis que hacer. La sociedad chilena hace mucho tiempo que es distinta, el mundo es completamente diferente, ya no se alinean con grandes partidos; de hecho vivíamos en una ilusión porque los partidos políticos son el 4% y esa ilusión de que la gente se alineaba detrás de los partidos y sus programas, era absolutamente eso nada más, una ilusión. (…) Es una cultura de la identidad, como el indigenismo o las distintas vertientes del feminismo, lo que mueve, aglutina, más que los grandes relatos como en el siglo XX. Lo que va a ocurrir es igual que cuando cayó el meteorito en la Tierra, cuando todos estos dinosaurios grandes, enormes, que avanzaban por la Tierra y la dominaban van a morir; y los que van a sobrevivir son los pequeñitos, los que generan calor, los que son ágiles, rápidos, evolucionan, cambian. Eso es lo que va a pasar en política, pequeños grupos que al interior de la Convención se van a relacionar más bien por temas comunes que unidos en grandes bancadas para defender proyectos rígidos.
- Previo a los comicios, varios analistas apuntaban a que Chile Vamos alcanzaría al menos el tercio que le permitiría tener incidencia en la convención, lo cual finalmente no ocurrió. ¿Qué sucedió para que la lectura de los especialistas estuviera tan lejos de la realidad?
- Lo que ocurre es que en Chile es súper gratis equivocarse, y tú les vas a preguntar después de nuevo a las mismas personas que se equivocan. Cuando salgan todos estos analistas tipo Pepe Auth, que se equivocan con un tejo pasado alucinante, y sin embargo para las elecciones presidenciales van a ir a preguntarles a los mismos de nuevo. En Chile es gratis equivocarse, no pasa nada, ellos están lejos de representar las visiones del país, de tomarle el pulso al país, ellos viven en las cúpulas políticas, relacionándose entre ellos, es una élite cerrada sobre sí misma, que ya no ve lo que está ocurriendo afuera. Por eso es que no fueron capaces, se perdieron casi dos años para leer lo que había ocurrido después del estallido social, y todavía no se dan cuenta.
- Así y todo, la lista de la centro derecha fue la que más votos recibió (1.014.794). ¿Cómo se explica este resultado? ¿Es solamente por la dispersión entre los postulantes tendientes a la izquierda?
-Creo que cuando tú ves que en la comuna de Lo Barnechea sacó el día sábado el doble que La Pintana, uno entiende que la gente que está más asociada a la derecha son personas que quieren defender este modelo porque les da altos ingresos, son más proclives a participar, eso no cabe duda. Gran parte de la votación que tuvo la derecha tiene que ver con eso. Ahora, ¿cuál fue la gracia? Que toda esa votación quedó concentrada en tres comunas, entonces no fue capaz de influir en el resto del país y esto fue una elección, en el fondo, que permitió que las distintas comunas se expresaran sobre quénes les interesa que las representen, más allá de la cantidad de votantes que se presentan. (…) Las fuerzas que representan el individualismo, el neoliberalismo, votaron 20%, eso es lo que pesa la derecha en nuestro país; y el 80% es lo que uno podría llamar una "nube difusa" de ideas colectivas que pueden estar asociadas con la izquierda, ideas donde la comunidad, el bien común, son mucho más fuertes más que hablar de una izquierda neta tampoco, porque también sería equivocado plantearlo así.
- ¿Qué grado de incidencia en el resultado le atribuye al abstencionismo, que alcanzó cerca del 58%, siendo que en el plebiscito la participación llegó a alrededor del 51%?
- Creo que hay varios factores. Primero, el factor pandemia es súper importante; segundo, la ineptitud del Gobierno de comunicar, fomentar y promover la participación e información a cuatro días de la elección, porque yo me encontraba con gente que no tenía idea qué se estaba votando, qué es lo que se iba a hacer. O sea, no hubo ninguna intención del Gobierno, que no le interesa el cambio, un Gobierno que no quiere la nueva Constitución, no tuvo ningún interés en promoverlo, en informar y ni siquiera en hacerlo fácil, porque además Piñera habló de un momento que se iba a necesitar un pase, una autorización, es decir un desastre. (…) Entonces yo lo vi al revés: a pesar de las enormes dificultades que había, fue a votar un muy decente 41%, considerando que Sebastián Piñera fue electo con un 26% de la votación y nadie cuestiona su legitimidad.
Hacia un modelo por el "bien común"
- En el programa Estado Nacional sostuvo que "esta Constitución es de izquierda, va a ser progresista y va a representar a ese 80% (que representa a la oposición) y que se va juntar a través de temas más que a grandes bloques". ¿La derecha va a tener que plegarse a lo decida el resto de la Convención?
- Lo que pasa es que ellos mismos se encerraron dentro de los 2/3 y hoy día, al obtener menos del tercio para vetar cualquier cosa están desesperados. A lo mejor ahora ellos son más proclives a cambiar el quórum a 3/5, pero la verdad es que democracia significa que decida la mayoría, y en este caso la mayoría es progresista. Cuando uno dice izquierda no se está refiriendo a los partidos tradicionales de izquierda, se está refiriendo a un modelo que se inclina más por el bien común, lo colectivo y la colaboración entre los ciudadanos, que a una visión individualista donde cada uno se rasca con sus uñas. (…) Por supuesto que todos los grupos pueden defender las ideas que quieran, pero cuando yo digo que esta Convención va a ser de izquierda, son las ideas de comunidad y de resolución común de los conflictos y las necesidades las que ganaron.
- También cuestionó que las materias en la Convención se resuelvan con los 2/3 establecidos en el Acuerdo por la Paz y una Nueva Constitución. ¿Se debe cambiar este punto, considerando que la izquierda conformada por el FA y el PC, además de los independientes de la Lista del Pueblo, tienen la posibilidad de aprobar materias manteniendo esta regla?
- Uno tiene que ser coherente. A mí me pareció que era una muy mala idea los 2/3, porque le daba a un tercio la posibilidad de vetar, hoy día por ejemplo esa posibilidad la tendrían los independientes; y a mí no me parece que pueda haber un grupo que tenga la capacidad de vetar a nadie. Sigo defendiendo la posibilidad de hacer la Constitución con un quórum aceptable, que es de 3/5, no voy a cambiar ahora mi opinión porque ahora me conviene a mí, eso sería bastante poco elegante.
- En una lectura rápida de los constituyentes electos en las distintas listas, ¿vislumbra espacio para el diálogo y buscar acuerdos a los que suscriban todos los integrantes de la convención?
- Por supuesto. Una de las grandes gracias del estallido social es que justamente no fue una revolución. Una revolución busca instalar un modelo prehecho y lo que hubo acá fue una rebelión para que nos juntáramos todos los chilenos a conversar, dialogar y resolver qué es lo que queremos en conjunto para el futuro del país, lo que no significa que el diálogo sea blanducho. Uno puede ser vehemente, apasionado, pero lo que no puede ser es lo que históricamente se hecho en este país, que si estás en desacuerdo conmigo alguien saca la pistola y dispara. O saca los Hawker Hunter.
Distribución del poder presidencial
- Su lista es crítica del actual sistema económico. ¿Qué rol debe tener el Estado en la economía? ¿Se debe, por ejemplo, mantener o abandonar la autonomía que tiene el Banco Central? ¿Por qué?
- No. La autonomía del Banco Central ha sido una de las pocas buenas noticias de esta forma de ver la sociedad o el mundo de la economía. Me parece bien que han logrado mantener la balanza de pagos, la inflación en récord históricos y de manera muy consistente.
- Uno de los temas en boga es la forma de Gobierno, modificando lo que algunos han calificado como un "presidencialismo exacerbado". ¿Se debe avanzar hacia un régimen parlamentario, un presidencialismo atenuado u otro tipo de administración?
- Un semipresidencialismo o un presidencialismo muy atenuado, ese es el radio de discusión; porque no cabe duda que uno de los grandes problemas, sobre todo en el caso de Valparaíso, es la centralización de las decisiones y de los beneficios prácticamente ha condenado a la agonía permanente a una ciudad. Es ridículo que en Valparaíso no se tribute por su principal actividad, por el Puerto, todo esto es producto del centralismo y de un presidencialismo absolutamente acromegálico. Eso hay que cambiarlo, tiene que distribuirse el poder que tiene el Presidente entre las regiones, y en las comunas con los alcaldes; las alcaldías tienen que pasar de ser administraciones municipales a gobiernos comunales, con capacidad para decidir, administrar su propio presupuesto, su modelo de desarrollo. Lo mismo los gobernadores, tienen que ser capaces de decidir si negarse a la instalación de una zona de sacrificio, poder promover ciertos modelos de desarrollo y otros no (…) Creo que hay una enorme labor de desmontaje de esta especie de pequeña monarquía que es el presidencialismo chileno.
- También se ha hecho hincapié en asegurar o extender una serie de derechos sociales en esta Constitución, ¿pero cómo se puede garantizar que el financiamiento para estas materias se mantenga en el tiempo? ¿O van a quedar supeditadas necesariamente a la realidad económica del país en el momento determinado?
- Chile tiene mucho que avanzar todavía en una reforma tributaria, no hay gradualidad, no hay impuestos progresivos; hoy día al Fisco lo financian los pobres con el IVA, hoy día una persona que gana $200 mil, paga el mismo impuesto por un kilo de pan que una persona que gana $20 millones y esa cuestión es inaceptable. También nosotros tenemos que aprovechar las riquezas naturales, que son propiedad de todos los chilenos y aplicar royalty, y también tiene que destrabarse la posibilidad de que el Estado emprenda, explote y produzca sus propios recursos naturales, espacio por supuesto que hay. (…) Por supuesto que Chile, después de consagrar esto en la Constitución, no va a amanecer al día siguiente siendo Noruega, yo creo que es mentira cuando dicen que la gente tiene altas expectativas y que no se pueden cumplir; la gente tiene súper claro que esto va a ser un proceso gradual, y también se necesita que los derechos se van a ir entregando de manera progresiva, en la medida que el país vaya pudiendo hacerlo. 2
Las fuerzas que representan el individualismo votaron 20%, eso es lo que pesa la derecha en nuestro país; y el 80% es lo que uno podría llamar una 'nube difusa' de ideas colectivas asociadas con la izquierda, ideas como la comunidad y el bien común".
A mí me pareció que era una muy mala idea los 2/3, porque le daba a un tercio la posibilidad de vetar. Sigo defendiendo la posibilidad de hacer la Constitución con un quórum aceptable, que es de 3/5, no voy a cambiar mi opinión porque ahora me conviene a mí, eso sería bastante poco elegante".
"
"