Cuando estaba todo listo para adjudicar el proyecto de semaforización en la esquina que une a la avenida Santos Ossa con Washington y Santa Elena, en Valparaíso, donde transitan cerca de 2.700 vehículos en horario punta, una serie de dudas expuestas por los vecinos del sector podrían amenazar la realización de las anheladas obras.

De hecho, en la última sesión del Concejo Municipal, celebrada el viernes pasado, estaba todo listo para adjudicar los trabajos a la Constructora Ecmovial Ltda, por un monto de $258 millones y con un plazo de ejecución de 90 días.

Sin embargo, el dirigente de la Agrupación por la Defensa del Barrio O'Higgins, Marco Meza, solicitó permiso para exponer las discrepancias -y también las sospechas- que mantienen los vecinos del sector, que sumando a los que residen en el cerro San Roque serían en total unas 40 mil personas.

Cambio de sentido

En cuanto a las diferencias más técnicas que mantiene con el proyecto -que será ejecutado con recursos municipales-, Meza aseguró que lo que más los perjudicaría es la unidireccional con la que quedarán las calles Santa Elena (hacia el sur) y Santa Elena Viejo (hacia el norte), las que actualmente tienen sentido en ambas direcciones.

"La gente de San Roque y del Barrio O'Higgins sufrimos mucho por la falta de conectividad, porque tenemos que darnos la vuelta en la avenida Argentina, a la altura de Independencia, para ir y volver a nuestro propio sector", criticó el dirigente, quien agregó que "nos tienen encerrados por todos lados y ahora, más encima, nos van a quitar la conectividad propia que tiene el barrio a través de Santa Elena, dejando la calle con una dirección".

Además, Meza acusó que el proyecto licitado por el municipio es "casi idéntico" a las medidas de mitigación que la Seremi de Transportes, a través de un Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU), le exigió a la inmobiliaria del Parque Pumpin por la construcción de más de 500 estacionamientos.

Si bien desde el municipio resolvieron no adjudicar por ahora la licitación, el propio alcalde Jorge Sharp descartó que existiera una concordancia entre ambas iniciativas, recordando que "mi posición y la de la municipalidad es súper clara con ese proyecto y vamos a seguir en esa misma postura".

Cristián Rojas M.

Entre un 20% y un 30% de baja en las ventas en comparación con la temporada veraniega del año pasado estima la Cámara de Comercio de Quilpué como efecto del estallido social, pues si bien no es una comuna en que tradicionalmente lleguen turistas en esta época para conocer sus atractivos, sí llegan visitantes atraídos por los arriendos a precios más bajos que en Viña del Mar y Valparaíso.

El presidente de la Cámara de Comercio de Quilpué, Óscar Bruna, lamentó que "hemos partido con un año complicado, lo que se inició en octubre de 2019, y lógicamente, la temporada de diciembre, enero y febrero se veía muy difícil de poderla enfrentar".

El dirigente planteó que si bien en la Provincia de Marga Marga, tradicionalmente, los atractivos turísticos se concentran en Olmué y Limache, igual había un alza en las reservas de alojamiento en el verano en Quilpué y Villa Alemana por parte de visitantes cuyo destino es Viña del Mar y Valparaíso, y que optan por alojamientos más baratos que en esas comunas.

Promover atractivos

"Nosotros acá nos defendemos algo con el zoológico y un poco con algunos emprendimientos que ha habido por el sector de Colliguay, pero más atractivos turísticos hay que descubrirlos y a futuro hay que promocionarlos para ver si atraemos a gente que llegaba en masa a Valparaíso y Viña del Mar, y que como este año no llegó, pues era muy difícil poderlos atraer, eso también repercutió en Quilpué y Villa Alemana, donde podían encontrar departamentos en arriendo a un valor mucho más bajo que en Viña del Mar, pero esta vez la demanda fue mucho menor y fue un término de la temporada de verano muy difícil, muy complicado en comparación con el año pasado", hizo notar Bruna.

Ante ese escenario, lamentó que las pérdidas en relación con la temporada pasada "rondan un 20% a 30%. Era lógico que las ventas iban a caer, pero habitualmente no es tanto, las diferencias de un año a otro no superaban el 15%, sin embargo, ahora sí que se notó".

Incierto panorama

Con respecto a un eventual repunte en los meses que vienen, Bruna expuso que "es tan incierto todo, que es difícil hacer un pronóstico sobre cómo nos va a ir, porque si vamos a tener un mes de marzo con muchas manifestaciones, con muchas marchas, eso puede mermar un poco la afluencia de gente que normalmente acude a comprar".

A fin de aminorar los efectos negativos, "hemos tratado de hacer unas campañas, como 'Quilpué compra en Quilpué', campañas de abrir los negocios más temprano para que la gente salga temprano a comprar, porque si hay alguna manifestación en la tarde, ya sabemos que tenemos que cerrar a las 6 y media o 7 de la tarde. Esperemos que esto esté más tranquilo, que la gente no tenga miedo de ir al centro, pero si se encuentra con protestas y barricadas, claro que complica a la gente, que prefiere no salir por miedo", planteó Bruna.

Por otra parte, espera que el ambiente no se polarice demasiado en el marco de las campañas por el Apruebo o el Rechazo a la nueva Constitución, al tiempo que subrayó que "nosotros, como comercio, somos un gremio muy pacífico, muy cercano a la gente, queremos lo mejor para el país y para nuestra región, y esperamos poder quitarle el miedo y la preocupación a aquellos que lo tienen".

"todos blindados"

Otro aspecto que no ha contribuido a un repunte es que "ahora estamos todos blindados, los negocios son verdaderos containers, cubiertos con metal por todos lados, entonces a la gente le da una sensación como de rechazo el ver cómo está su negocio tradicional que visitaba día a día. Para qué decir las farmacias u otros locales".

Frente a ese escenario, advirtió que "nos preocupa mucho el hecho de que los locales en su mayoría están con una sola puerta de entrada y salida, y muy estrecha. ¿Qué pasa si tiran una bomba o viene un temblor fuerte, un terremoto? ¿Cómo sacan rápidamente a la gente del negocio si estamos todos enrejados? Entonces, ahora sumamos una preocupación en seguridad, y como Cámara estamos llamando a los comerciantes a que tengan cuidado, que tengan libre para que la gente pueda salir, que la puerta en lo posible no la tengan semiabierta, sino que abierta, y si para eso es necesario tener a una persona afuera, que la tengan cuidándole la salida a la gente, porque si no, se puede crear un problema grave".

"Era lógico que las ventas iban a caer, pero habitualmente no es tanto, las diferencias de un año a otro no superaban el 15%".

Óscar Bruna, Pdte. Cámara Comercio Quilpué